Pese a la que está cayendo. Pese a las desastrosas, y me atrevería a decir que presuntamente delictivas, gestiones de las cúpulas de las cajas de ahorro. Pese a los brutales recortes sufridos por los ciudadanos.
Seguimos sin ver a ninguno de los responsables financieros, banqueros, políticos; no ya en la cárcel, sino ni tan siquiera imputados.
Continuamos enterándonos, además y para mayor escarnio, que se siguen marchando con sus indemnizaciones y planes de pensiones millonarios. Se van de rositas, con la cuenta corriente hinchada; sin ninguna explicación, sin ninguna exigencia gubernamental y/o administrativa de cuentas.
Fijémonos, por ejemplo, en el caso del flamante expresidente de Bankia y del Banco Financiero y de Ahorros (BFA), Rodrigo de Rato.
Comienza con una retribución de 2,3 millones de euros. Con la reforma del sistema financiero (una de ellas), (bajo el mandato de Bruselas y las vergüenzas de los 4.465 millones de euros de dinero público inyectados en Bankia), se reduce en 1,7 millones de euros, pasando a la nada despreciable cifra de 600.000 euros anuales.
Sumemos a lo anterior los 2,26 millones de euros/año del consejero delegado Francisco Verdú (mantenido por el nuevo presidente Goirigolzarri). Sumemos los 1,6 millones de euros/año del todavía presidente de Bancaja, expresidente del también intervenido Banco de Valencia y exvicepresidente de BFA-Bankia, José Luis Olivas. Sumemos los 576.000 euros/año de José Manuel Fernández Norniella.
El blindaje por cese de Rato estaba fijado inicialmente en 2,8 millones de euros (dos años de salario fijo, como Verdú).
Y nos enteramos que el magnífico exgestor de Bankia, el que ha terminado de rematar definitivamente la entidad (tras más de 15 años de reparto de poltronas en Caja Madrid, dirigido por el PP de Madrid; igual podemos decir de Bancaja y el PP valenciano), el teóricamente dimitido Rato, va a percibir su blindaje; es decir, sus 1,2 millones de euros. A cambio de una ¿misteriosa? cláusula de no trabajar para la banca en dos años ("no competencia"), estipulación habitual en los contratos de los directivos y ejecutivos.
Recordemos que Bankia ha sido re-rescatada por los 4.465 millones de euros del (¿préstamo?) FROB-1. Y que necesitará otra inyección de liquidez, que va desde los 7.000 a los 15.000 millones de euros (quién lo sabe a ciencia cierta; parece que lo conocerán Black Rock y Oliver Wyman, o Goldman Sachs, o..., antes que el propio Banco de España y ¿Deloitte?).
Un gran premio de consolación, y de desesperación para los ciudadanos/accionistas-a-la-fuerza de Bankia.
¿Qué parte de ese premio es de dinero público? ¿Es una "indemnización" o un incentivo para mantener cerrada la boca? ¿Cuándo veremos (además de al anciano Madoff) a los ladrones de guante blanco en la cárcel, y sin indulto previo?
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