El ministro de trabajo Valeriano Gómez abronca a los empresarios

Vaya bronca la de Don Valeriano a los empresarios españoles.

Dice que el incremento del desempleo que se producirá en agosto se debe a las rescisiones de contratos, que después se vuelven a firmar, con la finalidad de "el pago de las vacaciones a costa de los servicios públicos de empleo".

También dice el Ministro de Trabajo e Inmigración que "la CEOE mira más al Parlamento y al BOE que a la situación económica".

Es normal que los empresarios españoles miren más al Parlamento y al BOE. Es normal, recibiendo como reciben continuos regalos convertidos en reformas laborales.

"Preferimos un contrato temporal a un parado", predica el Sr. Gómez.
La última reforma laboral, publicada en el BOE del 30 de agosto, introduce (entre otros) dos elementos preocupantes:

1.- La barra libre de encadenamiento de contratos temporales, hasta el 30 de agosto de 2013. La rotación de contratos no supone una disminución del desempleo. Sí que puede traducirse en más contratos, más precarios, con más desempleados que, a su vez, tendrán derecho a menos prestaciones por desempleo o, simplemente, no podrán acceder a cobrar el paro.

2.- Un nuevo contrato de formación, para los mayores de 16 años y menores de 30 años (25 años después del 1-1-2014) o discapacitados (de cualquier edad). Puede durar 2 años, y hasta 3 años si no se posee el título de la ESO (aunque se consiga al día siguiente).
No contiene la obligación de que se aprueben los cursos. Los empresarios no tienen que dar la formación; se puede obtener en cualquier centro que tenga el cartel de "certificado por la Consejería de" e, inclusive, a distancia. No tiene que durar el mismo tiempo que la formación. No hay derecho a la indemnización por fin de contrato.
Es un buen ejemplo de cómo repartir el trabajo con un contrato basura: por el precio de 3 trabajadores se podrán contratar 4 "en formación"; o dicho de otro modo, por el precio de una unidad de mano de obra tenemos una y pico (joven y muy barata).
También es un gran impulso a la educación y la cultura: las empresas buscarán a jóvenes no ya titulados (universitarios, de FP, etc.), sino preferiblemente que no tengan ni la ESO terminada.

Una vez más medidas en contra de los trabajadores, que se traducirán en una mayor desregulación y desprotección laborales; en peores condiciones laborales; es dudoso que en menos desempleados; y es seguro que en menos protección social y de desempleo.

Con todos estos continuos recortes y medidas antisociales, de un gobierno que se dice "socialista", poco trabajo "sucio" le restará al, hoy por hoy, probable próximo gobierno del PP.